PRIMAVERA FRAUDULENTA

Cuando uno sale del trópico a lugares donde hay estaciones, uno jura que la cosa es como te lo cuenta Wikipedia o como ves en las películas gringas que tras el gélido invierno las temperaturas vuelven a restablecerse poco a poco y van retoñando los árboles, todo florece y se vuelve más amable el clima, querido amigo que me lees quiero que sepas que todo eso es FALSO… y es parte de una conspiración mediática de los países poderosos para que creas que existen países con varias estaciones… y que eres menos porque en el trópico hay solo dos estaciones : lluvia y calor con lluvia y por eso eres menos y subdesarrollado y tal!, pero  todo es una falacia….  Yo llevo más de tres meses esperando la primavera, porque claro cuando has vivido un otoño y un duro invierno y vas por el mes de febrero y te dicen que faltan solo unas cuantas semanas para recibir la primavera  y que el frío ya se va y todos esos mitos que se crea la gente nativa para soportar la situación, tu ingenuamente crees que de verdad va a suceder que un día amanecerá soleado, las temperaturas habrán subido y dejaras de usar el polar, y podrás salir en franela a la calle…  Y en serio lo crees. Pero sí, lamento develar la verdad pero  son puros mitos, estamos a mediados de mayo y puedo decir con propiedad que la primavera es un  mito, una leyenda urbana. Es más, creo que lo de las cuatro estaciones es una invención de las grandes corporaciones para vendernos ropa. Estoy llegando a pensar que el año no es como nos han contado… Invierno 3 meses. Primavera 3 meses. Verano 3 meses y Otoño 3 meses. Esto es una total mentira, yo llegue en Noviembre a Bilbao ya tengo seis meses aquí, esto ha sido una sola estación con un pico de frío más intenso entre Enero y Febrero y episodios (pocos, muy pocos, de sol).
 

Sí, estoy un poco cansada del clima, pero más allá de la gran putada que representa vivir envuelto en un poco de ropa (debo confesar que por lo menos ya no uso doble pantalón y abandone las medias pantis). Lo que más me molesta es que me mientan, desde febrero estoy viendo cuñas… La primavera llegó al corte inglés y  las chicas con vaporosos vestidos primaverales escotados, a estas alturas en la tv ya te están presentando a las modelos en chores y bikinis y yo sigo aún con mono térmico, con calcetines de invierno y aún no guardo el polar. Bueno hay un refrán coloquial que dice… Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo…

Hace varias semanas (como se supone que ya había llegado la primavera y tuvimos un par de días con las temperaturas rondando los veintipiquito y suponía yo que la cosa iba siempre pá arriba, a uno lo enseñaron que pá atrás ni pá coger impulso, pero por aquí la cosa no funciona así… insisto todo es mentira!) pues decidí guardar la mitad de mi súper cobija polar de Ikea, esa que  tiene capas y que en invierno la pones doble pues yo quite una de las capas y deje con la más ligera… la consecuencia es que Valiente y yo tenemos varias semanas durmiendo ultra empiernaos porque pasamos algo de frío en la noche.

Valiente y yo decidimos con motivo de la primavera emprender una experiencia con la horticultura y la verdad al principio nos fue muy bien, las semillas germinaron todas y las plantas comenzaron a crecer, pero ahora es un estrés estar pendientes de las matitas cada vez que comienza la lluvia (que es todos los días) pues porque suele suceder que la cosa no se queda en  posibles chubascos, regularmente graniza y hay que salir en auxilio de las matitas no se vayan a helar.
 

 Hay algo que si es cierto, cuando careces de algo y de repente lo tienes lo disfrutas muchísimo, Valiente y yo apenas sale un rayo de sol salimos histéricos a la calle y se siente tan agradable y se ve todo tan bonito cuando hay sol, que en el caribe a veces los días bonitos pasan desapercibidos, si es verdad que en Venezuela la mayor parte del tiempo la pasamos tratando de sobrevivir a los peligros que nos acechan constantemente , pero por eso mismo nos perdemos también de los hermosos regalos que tenemos a diario , y que lamentablemente no podemos disfrutar, como una tarde soleada, una playa tibia, un Ávila despejado. Así que sí, aquí me quejo de la fraudulenta primavera vasca, pero en cuanto se asoma un poco, me la vivo y me la disfruto. Aquí puedo hacerlo sin temor… Mientras seguiré esperando la primavera, disfrutándome sus eventuales asomos y aunque sea que me alcance en el verano…
Agur!.

Pd: Esa misma esperanza cobija poder estar de vuelta algún día en Venezuela disfrutando su calor, su hermosura y sus bondades sin el temor acechando.